¿Te has preguntado alguna vez, cómo es la calidad de la alimentación de tus hijos/as?
Un pensamiento bastante frecuente a nivel social, es que los niños al estar delgados, o por el hecho de ser niños, deben tomar chuches, bollería, galletas, etc.
¿Quién no ha oído o dicho la frase: 'Déjalos, son niños'?
Yo siempre digo: Si es SANO para mi, es SANO PARA MI HIJO/A.
Si NO es SANO PARA MI, NO es SANO PARA ÉL/ELLA.
Y, ¿Por qué es importante entonces, esto de establecer un hábito saludable en los niños?
Por PREVENCIÓN.
Establecer un hábito saludable en la infancia, es clave para mantenerlo en el futuro.
Un niño con un hábito saludable, es más probable que sea un adulto con hábitos saludables.
La EDUCACIÓN NUTRICIONAL, es fundamental. Y esta debe hacerse mediante cambios a diferentes niveles: políticos, en la publicidad, en las escuelas, a nivel familiar, favoreciendo la inclusión del Dietista-Nutricionista en la Sanidad Pública, para que así pueda ejercer una buena labor preventiva en toda la población, y un sin fin de medidas más que ya expuse en mi post: alimentación infantil (I).
Es importante tener claro, que delgado no significa estar sano.
Gracias a la divulgación, y labor enconmiable que hacemos muchos Dietistas-Nutricionistas (compañeros/as y yo), son cada vez más las personas que entienden la importancia de una buena prevención.
Acuden por ello a consulta buscando precisamente eso, una educación nutricional, y cambio de hábitos para ellos y su familia (o futura familia). Su finalidad es gozar de una buena salud, y prevenir así patologías futuras.
Estos pequeños-grandes cambios a nivel social, son el motor impulsor que nos anima a seguir trabajando y luchando para que se entienda la importancia de la alimentación en la salud y calidad de vida, a nivel global.
De igual modo, la realidad sigue siendo que un alto porcentaje de personas adultas acuden a consulta para tratar algún tipo de patología asociada a unos hábitos no saludables. Ya sea hipertensión arterial, hipercolesterolemia, hígado graso, diabetes mellitus tipo 2, etc.
Por ello, si creamos unos buenos hábitos en la infancia, podremos evitar que tengan que cuidar en el futuro de patologías de este tipo.
¿Cómo puedo entonces, mejorar la alimentación de mis hijas/os?
1) Primero de todo, EMPEZANDO POR TI.
Si para ti, la alimentación saludable no es importante, y no la llevas a cabo, es complicado que tus hijos tomen ejemplo.
Si lo has intentado, pero te resulta difícil, no te preocupes, pasar de la teoría a la práctica puede ser complicado. Para eso estamos los Dietistas-Nutricionistas para ayudarte
y darte las claves para que los cambios se adapten a ti y tu familia.
2) En el post de alimentación infantil (II) te explico 12 pasos que pueden ayudarte. Vienen incluidos además ejemplos y recetas de meriendas saludables.
3) Ahora que estamos en el estado de alarma y no podemos salir a la calle, es el momento perfecto para poner en práctica la planificación familiar.
Permite que los pequeños también participen, de manera guiada por ti. Este es un punto que trabajamos en consulta, y enseño a la persona cómo hacerlo para tener éxito.
Una vez le enseño a la persona a componer su menú saludable, esta lo va trasmitiendo de manera práctica y dinámica a la casa, gracias a los consejos y herramientas trabajados en consulta. Así se va haciendo los cambios de manera gradual y adaptada a todos/as.
4) Además, podemos aprovechar para que participen en pequeñas elaboraciones. Así se mostrarán más predispuestos a probar los alimentos, y será un momento familiar único, a la par que educativo para los peques.
¿Qué beneficios tiene todo ello?
Si quieres que te ayude a mejorar la alimentación de tus hijos/as de una manera más personalizada y adaptada a toda la familia, puedes pedir tu cita en el link o llamando al: 687249354
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Bibliografía:
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